Arcoiris Musical programa cubano

Arcoiris Musical

Un Relato Nostálgico: «Arcoiris Musical», la Insignia de la Infancia Cubana

Embarquémonos en un viaje por los recuerdos y revivamos la encantadora esencia de un programa que ha sido el emblema de la niñez de numerosos cubanos: «Arcoiris Musical». Este encantador espectáculo televisivo infantil, alojado en las memorias con sus inolvidables protagonistas, Tristolino y Alegrina, representaba mucho más que un simple programa de televisión. «Arcoiris Musical», emitido en el canal 6 desde 1987 hasta 2005, ha dejado una huella imborrable en el corazón de muchos. En este viaje, recorreremos su historia, su trascendencia y las razones detrás de su triste desenlace.

Un Espectro de Colores: El Legado de «Arcoiris Musical»

Cada lunes, al sonar las siete de la noche, las dulces melodías y las alegres voces de Kiki Corona, Lourdes Torres, Jessie, Verónica Velázquez y muchos más, se infiltraban en los hogares de toda Cuba. Eran los ecos del «Arcoiris Musical», que durante dos décadas, se convirtió en un faro para la creación de contenidos televisivos infantiles. En su apogeo, el programa actuaba como un enlace entre las aventuras animadas y los pequeños espectadores, fomentando su imaginación y creatividad.

Los carismáticos personajes, Tristolino y Alegrina, guiaban a los niños a través de innumerables viajes llenos de canciones, cuentos y conversaciones. Cada episodio se centraba en un tema que orientaba los diálogos y los vídeos musicales. Pero, ¿qué ocurrió con este espectro de colores y melodías? ¿Por qué se desvaneció de la televisión cubana?

El Amargo Adiós de Tristolino y Alegrina

Las travesías de Tristolino y Alegrina llegaron a su fin en 2005, cuando el programa fue apartado de la parrilla televisiva. Según Luisita Roque, la intérprete de Alegrina, se hicieron intentos por renovar el show, por implementar nuevas técnicas de titiritería, pero sus sugerencias cayeron en saco roto. Finalmente, «Arcoiris Musical» se volvió anticuado y fue eliminado de la programación, dejando un hueco en los corazones de sus seguidores.

El final del programa no fue bien recibido por los aficionados ni por los creadores, como Kiki Corona, que ha manifestado repetidamente su deseo de revivir la programación infantil cubana, de volver a dar un espacio a la música para niños, a los titiriteros y a los animadores. Sin embargo, el ocaso de «Arcoiris Musical» reveló una preocupación más profunda: la escasez de apoyo y actualización en la programación infantil cubana.

Una Mirada al Futuro: «Arcoiris Musical» en la Modernidad

Visualiza por un instante que «Arcoiris Musical» nunca hubiera llegado a su final. ¿Cómo sería en la contemporaneidad? Según Alegrina, el programa debería conservar su núcleo educativo y artístico, pero también adaptarse a la época actual. Esto implicaría la adopción de nuevas técnicas de animación y títeres, una renovación constante de los temas y contenidos, y la incorporación de artistas y personalidades culturales modernas.

Además, Alegrina sueña con un programa donde la poesía y la declamación tengan un lugar destacado, transmitiendo la rica tradición literaria cubana a las generaciones venideras.

La Eterna Resonancia de «Arcoiris Musical»

A pesar de su desaparición, «Arcoiris Musical» dejó una marca perdurable en la historia de la televisión cubana y en la memoria de miles de cubanos. Su influencia perdura en los programas infantiles actuales, aunque ninguno ha logrado replicar la armonía única de música, humor y educación que caracterizaba a «Arcoiris Musical».

Muchos de los niños que crecieron bajo la sombra colorida de Tristolino y Alegrina, ahora son adultos con el deseo de crear contenido infantil inspirado en el programa. La música de «Arcoiris Musical» también ha resistido el paso del tiempo, con melodías como «La rueda de San Miguel», «Los pollitos dicen» y «El coquí» aún resuenan en las radios y escuelas cubanas.

La desaparición de «Arcoiris Musical» fue un golpe para la televisión infantil cubana. Sin embargo, la nostalgia que evoca demuestra que aún existe una demanda y un cariño por este tipo de contenido. Quién sabe, tal vez un día asistamos a un renacimiento del «Arcoiris Musical», con Tristolino y Alegrina regresando para llenar nuestras pantallas con su música y alegría.

El final de este programa fue agridulce, pero su legado prevalece. Como Alegrina solía decir en cada capítulo, «la alegría es un arco iris, y cada uno de nosotros es un color». Y en el corazón de todos los que crecimos con Tristolino y Alegrina, el «Arcoiris Musical» sigue brillando con todos sus colores.

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